Hasta seis municipios de la provincia de Málaga, incluida la capital, tendrán que implantar a lo largo de este 2023 las conocidas como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Se trata de una delimitación perimetral de las principales zonas de núcleos urbanos mayores de 50.000 habitantes para la restricción de la circulación de los vehículos más contaminantes. Estos son los que no obtengan las etiquetas medioambientales oficiales de la DGT.

La actuación viene contemplada en la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética y, aunque obliga a su puesta en funcionamiento a lo largo de este año, el Ayuntamiento de Málaga ya ha anunciado que su ZBE, que abarca un perímetro de 437 hectáreas, entrará en vigor el 1 de enero de 2024. Lo cierto es que escasos municipios ya están trabajando con este sistema, como Madrid o Barcelona.

Tendrán que implantarlo también las localidades de Marbella, Benalmádena, Fuengirola, Estepona, Torremolinos y Vélez-Málaga. En el caso de la capital y, en sintonía con el objetivo general de mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones contaminantes, se instalarán un total de 97 cámaras que aseguren el cumplimento de la norma.
En cualquier caso, el Ayuntamiento de Málaga ha anunciado varias excepciones para aquellos vehículos que por antigüedad u otras características contaminantes no obtengan ninguna de las etiquetas ecológicas previstas. Entre ellas, se les permitirá acceder a las zonas delimitadas siempre y cuando accedan directamente a un parking público o privado. No se podrán dar “rodeos y vueltas para buscar aparcamiento”.