Tras un año 2020 especialmente duro y complicado, en el que todos los Estados nos vimos abocados a enfrentar una crisis sanitaria y económica sin precedentes, llegamos al año que acaba de finalizar con necesidad de recuperar una cierta normalidad.
Las fronteras, cerradas para intentar frenar la expansión del virus, comenzaban a abrirse con timidez en el 2021, intentando recuperar una movilidad que en el caso de Málaga se había visto profundamente afectada, alcanzando, tanto a las personas extranjeras que nos visitaban con interés turístico, como aquellas que venían a residir y/o trabajar.
La pandemia ha provocado, en el ámbito de la gestión de los trámites realizados por la Oficina de extranjería, un salto cualitativo hacia adelante. Si bien estaba previsto en la Administración General del Estado el incremento de la modalidad telemática de forma gradual, ha sido necesario un esfuerzo colectivo para su aplicación práctica en pocos meses, con la complejidad que ello supone y la superación de dificultades que han surgido y siguen surgiendo. Esa complejidad la conocen bien los colectivos de profesionales, como el Colegio Oficial de Gestores Administrativos, al que habitualmente acude el ciudadano extranjero en busca de expertos que le asesoren en esta materia. La colaboración con la Oficina de Extranjería ha sido continua en este periodo, lo que se ha traducido en una rápida solución de problemas y una mayor eficacia en la tramitación. Por lo que respecta a su personal, la Oficina de extranjería, después de los meses en que se decretó el estado de alarma, fue incrementando paulatinamente la presencialidad, combinándola hoy día con periodos de teletrabajo, a fin de evitar que cualquier contagio pueda afectar a su óptimo funcionamiento. Implementado ya el sistema de cita previa y las consultas telefónicas, la mejora ha sido constante, permitiendo al ciudadano resolver sus dudas con solo una llamada. La digitalización se ha extendido a nuevos procedimientos que se pueden realizar íntegramente de forma telemática, como una clara apuesta del Ministerio de Política Territorial por el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación, más conocidas como TIC. De hecho el 98% de los trámites, en relación con datos absolutos de solicitudes, pueden instarse por medios electrónicos.
El volumen de solicitudes en materia de autorizaciones se ha incrementado en casi un 20%, mientras que si lo comparamos con el año 2019 supone más del 40%, motivado sin duda por el uso de esos medios. Como se ve, este periodo ha registrado unos grandes cambios, tanto para la Administración, como para los ciudadanos y los colectivos profesionales. Ese revulsivo informático no debe hacernos olvidar un dato fundamental: la relación entre personas ya sea público, funcionario o profesional.
La Administración General del Estado debe compaginar ese avance digital con una atención personal al ciudadano, reflejada ya en la asistencia telefónica y en la presencialidad cuando sea requerida, no olvidando las dificultades que puede encontrar el colectivo con el que se relaciona.
Los retos son grandes para la Oficina de Extranjería de Málaga en este año 2022: Mejora de la gestión electrónica, disminución de los tiempos de tramitación, colaboración permanente con todos los organismos y profesionales implicados y ágil solución de problemas junto a iniciativas que hagan que la Administración sea, cada vez, más cercana, eficaz y moderna.