“Un reconocimiento que simboliza la confianza y el entendimiento mutuo”
Su nombre se asocia a rigor, cercanía y compromiso. Manuel Llano Espinosa, jefe de la Oficina de Extranjería de Málaga, recibe el Premio San Cayetano 2025 como muestra del profundo agradecimiento del Colegio de Gestores Administrativos de Málaga.
Durante más de una década, ha mantenido una relación ejemplar con nuestro colectivo, basada en el respeto profesional y en la convicción de que solo desde la colaboración se construye un servicio público más eficaz y humano.
Bajo su impulso, en 2024 se formalizó el protocolo que permitió al Colegio asumir la tramitación directa de expedientes de extranjería, un modelo pionero que hoy es referente nacional.
Con serenidad, visión y vocación de servicio, Manuel Llano representa la mejor cara de la Administración: la que escucha, confía y tiende puentes.
¿Qué ha significado para ti, desde el punto de vista profesional, colaborar estrechamente con el Colegio de Gestores Administrativos de Málaga?
Desde el punto de vista profesional representa una obligación porque tanto las administraciones como los Colegios Profesionales debemos colaborar y entendernos en el ámbito de nuestra actividad.
Quiero también destacar que desde el punto de vista personal esta colaboración supone para mí una satisfacción, porque las relaciones siempre han sido fluidas, cercanas y enriquecedoras, dado que ha existido siempre un clima de buen entendimiento.
¿Cómo valoras el papel que desempeñan los gestores administrativos en el ámbito de Extranjería?
Los gestores administrativos son actores y representantes cualificados en nuestra actividad, en tanto que canalizan desde la experiencia, la profesionalidad y el conocimiento, las expectativas de los ciudadanos en los procedimientos que nosotros tramitamos. Estamos ante un ámbito del derecho complejo y muy cambiante que requiere una actualización permanente, lo que fortalece más si cabe la importancia y la imagen del colectivo.
La visión y el empeño del Colegio en la formación continua, en la transferencia del conocimiento y en la apuesta por esta rama de la actividad administrativa, también han influido, de forma decidida, en la significación de sus colegiados en nuestras relaciones profesionales.
El protocolo firmado en 2024 ha supuesto un gran avance. ¿Qué destacarías de esta iniciativa conjunta entre la Subdelegación del Gobierno y el Colegio?
Destacaría, principalmente, que su aplicación se ha realizado desde un clima de comprensión, de paciencia y de sentido común. Y su formalización ha sido fruto de muchas conversaciones durante años. Ambas partes, hemos esperado el momento oportuno para llevarlo a la práctica, a diferencia de otros territorios en los que creo que se precipitaron y hoy en día no está siendo igual de útil.
Cuando hay administraciones públicas, como la nuestra, con volúmenes de tramitación tan elevados no resulta sencillo mostrar confianza en los resultados o en la ejecución de los convenios de colaboración, sobre todo si se tiene un enfoque inmediato de las cosas.
Desde que se formalizó y acordó el Protocolo, la Oficina de Extranjería no ha dejado de crecer en la gestión de una forma considerable, pero ello, en cambio, no ha impedido que ambas partes sigamos creyendo en las razones que nos empujaron a formalizarlo. Y esa confianza mutua está siendo precisamente el verdadero éxito del Protocolo, porque los datos lo siguen poniendo de manifiesto. Es cierto que hay altibajos del mismo modo que va evolucionando la propia actividad, lo importante es contextualizar y confiar.
En tu opinión, ¿cuáles son los retos actuales más relevantes en materia migratoria y cómo puede ayudar la colaboración con colectivos profesionales colegiados a afrontarlos?
El mayor reto es encontrar el equilibrio entre las necesidades de nuestra sociedad y las expectativas de las personas extranjeras por incorporarse a la misma, así como gestionar adecuadamente la información de esos procesos. Ya no hablamos de un fenómeno, ni de una situación extraordinaria, nuestro país ha experimentado un gran cambio social y demográfico en muy poco tiempo.
Todo este cambio tiene, evidentemente, un recorrido jurídico que se traduce en trámites administrativos ante las Oficinas de Extranjería y ante otras instituciones públicas que intervienen, directa o indirectamente, en esos procesos. Así, cuanto mayor y mejor sea la colaboración con los profesionales, más completos resultan los procedimientos de documentación y de reconocimiento de derechos de estas personas.
¿Cómo ha evolucionado, desde tu experiencia, la gestión de Extranjería en los últimos años?
En los más de doce años que llevo dirigiendo la Oficina la evolución ha sido constante y vertiginosa, no solo cuantitativamente, que también, sino sobre todo cualitativamente. Se ha pasado de lo más rudimentario a lo más avanzado en la gestión y materialización de los trámites. Hemos evolucionado desde atender a profesionales de manera presencial según el orden de llegada, como si se tratase de pequeños establecimientos, a tener que realizar, obligatoriamente, todo tipo de trámites en soporte electrónico. Cuando me incorporé en abril de 2013 empezamos a explorar las notificaciones electrónicas, mientras que hoy en día ya existen procedimientos que solo se pueden realizar por ese medio. De hecho, más de un 80% se gestiona en ese entorno. Es decir, hemos pasado de 0 a 80 en un solo lustro.
La Junta de Gobierno ha querido reconocer tu entrega y compromiso con el Premio San Cayetano 2025. ¿Qué supone para ti?
Supone un reconocimiento merecido para todos, no solo para mí, sino también para los que han participado en esto en los últimos años. Algunos de ellos ya ni siquiera están trabajando con nosotros. Es por ello obligatorio que me acuerde de los que se han esforzado cada día para que las relaciones institucionales hayan permitido finalmente una colaboración tan estrecha y exitosa.
Todo esto se tiene que personificar en alguien y me ha tocado a mí, pero en realidad es una forma de simbolizar el reconocimiento al trabajo de muchas personas.
Por mi parte, muy agradecido con el Colegio y con su Junta de Gobierno por haber tenido el detalle de convertirme en parte de su misma familia profesional a través de este premio. La consideración, por lo demás, es mutua.
A lo largo de tu trayectoria profesional, ¿hay algún momento proyecto que recuerdes con especial cariño?
Dada mi vocación de servicio público y mi espíritu entusiasta, a pesar de la imagen tan denodada que se tiene, en general, de las administraciones públicas, trato de que cada día de servicio sea parte de un gran proyecto.
Tener siempre objetivos, por pequeños que sean, y orientar tu carrera a proyectos, debería de ser un fin en sí mismo para cualquier profesional, también para los funcionarios.
Es cierto que he tenido mucha suerte con mis destinos y con haber contado en este camino con personas que han facilitado mi desarrollo profesional, que me han ayudado a crecer, que me han valorado y que me han apoyado, y es precisamente a todas esas personas a las que recuerdo con especial cariño en momentos de reconocimiento como estos.
¿Qué valores crees que deberían guiar el trabajo de quienes, como tú, dedican su vida al servicio público?
Al margen de los deberes legales a los que estamos sujetos todos los funcionarios, la honradez, la honestidad, la proporcionalidad y el servicio al ciudadano, sin más condiciones que la satisfacción de ayudar a los demás, son valores fundamentales para cualquier empleado público. Eso es fruto de muchas cosas, pero, sobre todo, de tener presente que cada momento de tu tiempo de trabajo en la administración es trascendental para la vida de los demás. En nuestro ámbito, por ejemplo, tenemos la responsabilidad de otorgar a los ciudadanos extranjeros el derecho a residir legalmente en nuestro país y, en muchos casos, para desempeñar un empleo que les permita vivir con dignidad. Todo ello sin perder nunca de vista que estamos sujetos al Estado de Derecho y al principio de legalidad.
Y fuera del despacho, ¿cómo es Manuel Llano?
Pues soy una persona sencilla, generalmente muy comprometida con lo que se propone, que le gusta pasar tiempo con sus hijos y que le encantan los deportes, aunque lo practique menos de lo que le gustaría.
Tu próximo reto es…
Hemos avanzado mucho en el ámbito electrónico, en la formación externa y en los sistemas de atención presencial del ciudadano, por lo que, desde el punto de vista profesional, el principal objetivo pasa por tratar de estabilizar la situación de la Oficina ya que lleva mucho tiempo expuesta a cambios normativos y de plantilla que están afectando a los tiempos de tramitación en los procedimientos y, por tanto, a las expectativas de los ciudadanos y de los profesionales. Independientemente de eso, en el ámbito gerencial público, la eficacia, la confianza de los ciudadanos y la calidad en los servicios son retos continuos que nunca podemos perder de vista, por lo que estaremos abiertos a cualquier proyecto que pueda suponer un avance en ese sentido. A nivel nacional, hay propuestas interesantes que pasan por la automatización de datos y procesos, la mejora de los procedimientos electrónicos o la estandarización de documentos, por lo que estaremos




