Anuario 2021

UMA

“Institucionalmente se deben fomentar nuevas oportunidades a jóvenes talento”

Benjamín del Alcázar Martínez
Decano de la Facultad de Comercio y Gestión
Benjamín del Alcázar Martínez es el decano de la Facultad de Comercio y Gestión desde abril de 2021. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y doctor en Administración y Dirección de Empresas, su labor docente e investigadora en la Universidad de Málaga se remonta a 1989. Actualmente, además del decanato, dirige el Máster Propio Universitario en Retail Marketing, la Cátedra de Estudios Cofrades y es profesor titular en el Área de Comercialización e Investigación de Mercados del Departamento de Economía y Administración de Empresas.

La relación entre el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Málaga y la Facultad de Comercio y Gestión es muy estrecha debido al vínculo que existe entre la profesión y esta formación. Sin embargo, aunque son muchos los alumnos que realizan las prácticas en despachos de gA, aún es una salida profesional desconocida. Analizamos con Benjamín del Alcázar los retos y objetivos de su decanato, el alumnado y las posibilidades del mercado laboral.

¿Cómo valora los convenios entre la Facultad y el Colegio?

Este convenio es muy positivo para ambas instituciones. Especialmente, creo que pueden tener especial relevancia con relación a uno de los títulos que se imparten en esta facultad: el Grado en Gestión y Administración Pública. La formación que siguen estos alumnos, en la que se combinan aspectos jurídicos y económicos, con especial incidencia en todo lo que afecta a las relaciones con las distintas administraciones, hace que sea un título con un perfil muy vinculado con las actividades propias de un gestor administrativo.

¿Qué relevancia tienen estos lazos para sus alumnos?

Considero que suponen un importante paso en uno de los objetivos estratégicos que nos hemos planteado en el equipo decanal de esta facultad. Se trata de dar a conocer al tejido económico, social, institucional y empresarial la importancia de su titulación, el Grado en Gestión y Administración Pública, que hasta ahora pensamos que es una gran desconocida. En este sentido, y de cara a estos estudiantes y egresados, estos acuerdos suponen abrir para ellos nuevas oportunidades laborales.

¿La del gestor administrativo es aún una profesión desconocida para sus alumnos?

Sí, efectivamente. Muchos de los alumnos que se matriculan en el Grado de Gestión y Administración Pública lo hacen pensando en que su salida laboral principal es la preparación de unas oposiciones para acceder a determinados puestos dentro de la función pública.

Sin embargo, cuando estos estudiantes han realizado prácticas curriculares en despachos de gestores administrativos su preparación ha demostrado que los hace especialmente cualificados para el desarrollo de buena parte de las actividades propias de un gestor administrativo. No obstante, espero que, en este año, al haber celebrado ya un par de sesiones informativas en las que ha participado el presidente del Colegio, Daniel Quijada, hayamos dado un paso importante para que al menos una parte importante de estos estudiantes conozcan mejor la profesión.

¿Qué opciones de estudio hay en la Facultad de Comercio y Gestión?

Contamos con 3 titulaciones oficiales: el Grado en Gestión y Administración Pública, el Grado en Marketing e Investigación de Mercados y el Máster Oficial en Dirección y Gestión de Marketing Digital. Además, se imparten otras titulaciones, de las denominadas propias de la UMA, como el Máster en Retail Marketing y los dos cursos de Extensión Universitaria de Estudios Inmobiliarios, entre otros.

¿Hay una brecha entre lo que se enseña en la Universidad y lo que realmente se exige en el mercado laboral? ¿Qué hay que mejorar en la Universidad?

El mundo de la universidad ha evolucionado muchísimo y, en la actualidad, ofrece una infinidad de posibilidades a los estudiantes, que van mucho más allá de las clases en el aula.

Continuamente se ofrecen actividades complementarias, desde seminarios con empresarios y profesionales, a actividades de innovación y emprendimiento en colaboración con empresas de diversa naturaleza, los programas de movilidad, prácticas curriculares y extracurriculares, cursostransversales,actividadesculturales y un largo etcétera que proporciona a los estudiantes infinidad de posibilidades que permiten completar su formación, habilidades y actitudes ante el mercado laboral. Con respecto a la brecha que alude en la pregunta, es también evidente que el entorno empresarial y profesional cambia muy rápidamente y eso nos obliga a estar en continua formación a todos y, por supuesto, los planes de estudio deben actualizarse y renovarse periódicamente. Por eso estamos en este proceso actualmente. No obstante, creo que la universidad debe dar a los estudiantes unos conocimientos amplios y generales, dentro del campo de cada titulación, que prepare al alumnado para afrontar con garantías su desarrollo profesional en esa área, pero siempre resultará imposible dar una formación altamente especializada para todo tipo de puestos de trabajo, especialmente cuando estos son muy específicos. Como decía anteriormente, el entorno actual y el desarrollo de la tecnología y la especialización harán que siempre debamos estar todos formándonos y actualizando conocimientos para adaptarnos a cada situación particular.

¿Desmotivación por parte del alumnado?

A menudo, buena parte de todas estas actividades comentadas anteriormente no son aprovechadas por los estudiantes. Unas veces por desinformación, otras por falta de interés o, simplemente, por falta de motivación. Considero que quizás esta sea una de las grandes metas a conseguir en la universidad: que seamos capaces, desde los distintos organismos de esta y por parte del profesorado, de mejorar la motivación de los alumnos para que realmente sean capaces de darse cuenta de que deben aprovechar todas estas oportunidades, que muy posiblemente marcarán las diferencias entre unos y otros estudiantes para entrar y desarrollar una carrera profesional de éxito en el mercado laboral.

Málaga se está convirtiendo en una potencia empresarial, pero sigue habiendo fuga de talentos. Hagamos autocrítica. ¿Qué estamos haciendo mal?

Pienso que, en este sentido, esa autocrítica debe estar muy repartida entre los distintos agentes económicos e institucionales. En primer lugar, creo que la mayoría de las propias empresas no son conscientes de que el principal input de cualquier sector es su personal y se debe apostar decididamente por los recursos humanos, no solo desde el punto de vista económico, que, por supuesto, es un pilar fundamental porque debemos ser conscientes de que hay que invertir en el talento, sino que también un pilar muy importante es ofrecer posibilidades de desarrollo profesional dentro de las empresas e instituciones. Son pocas las empresas que realmente apuestan e invierten en el talento joven, al menos con unas condiciones laborales que permita a estos poder mantenerse económicamente en nuestro entorno.Institucionalmente también se debe trabajar mucho en este sentido. Se debe potenciar y fomentar, a través de diversos estímulos e instrumentos políticos, que las empresas den oportunidades a los jóvenes talentos y se potencie su valor y continuidad en las mismas.

¿Qué consejo daría a sus alumnos?

El consejo que siempre les doy, desde el primer día que entran a nuestra facultad, es que aprovechen al máximo todas esas actividades y posibilidades que la universidad les ofrece continuamente. No es suficiente con ir aprobando y superando todas las asignaturas oficiales del plan de estudios. La diferencia fundamental cuando salgan al mercado laboral estará en toda esa experiencia, conocimiento, habilidades e incluso relaciones que hayan podido ir adquiriendo su carrera.

¿Cuál es la salida profesional estrella?

Las salidas principales de cada titulación son muy diferentes, pero si nos centramos en el Grado en Gestión y Administración Pública, su salida más habitual y la que motiva a muchos de los estudiantes que la eligen al iniciar sus estudios universitarios es la función pública, es decir, prepararse distintas oposiciones que le permitan acceder a diferentes niveles de la administración pública.

A pesar de ello, está siendo relativamente frecuente ver como sus egresados acaban trabajando en empresas o despachos profesionales de muy diversa naturaleza, especialmente en aquellos que se relacionan con las administraciones, como puedan ser las propias gestorías, asesorías fiscales y contables o notarías, entre otros.

¿Cree que el Máster en Gestión Administrativa debe ser imprescindible para acceder a la profesión de gestor administrativo?

Bueno, considero que siempre es adecuado contar con determinadas formaciones que permitan especializar a las personas interesadas en desarrollarse dentro de una profesión. Sin duda alguna, contar con un máster especializado en esta materia se constituye, de cara a la profesión, como un label de garantía de calidad, que permita acreditar que los profesionales que se dedican a esta actividad tengan los conocimientos necesarios para dar el servicio adecuado.

¿Qué objetivos se plantea durante su decanato?

De forma muy generalizada, se podrían resumir en mejorar todo lo posible la formación y la empleabilidad de nuestros estudiantes. En este sentido, entre los proyectos en marcha para alcanzar estos objetivos, estamos ya inmersos en una importante renovación y modificación de los distintos planes de estudios de las 3 titulaciones. Además, lo estamos haciendo con una orientación hacia el ámbito empresarial e institucional. Es decir, nos hemos reunidos con empresas e instituciones para conocer sus inquietudes sobre los perfiles profesionales que demandan para incorporar a jóvenes talentos universitarios y poder reformar los planes de estudios con esa orientación. En esta misma línea, y tras la aprobación de las modificaciones de las titulaciones, queremos desarrollar dobles titulaciones con otras carreras que pueden complementar y mejorar la empleabilidad y la preparación de nuestros estudiantes ante nuevas demandas de talento por parte de las empresas. Igualmente, ya estamos trabajando en nuevos títulos propios, orientados tanto a mejorar la especialización de los titulados, como al de sectores afines a nuestras carreras,. También nos hemos marcado otro reto importante y que pensamos que también afectará a ese objetivo de mejorar las oportunidades laborales para nuestros estudiantes. Se trata de acercar nuestra facultad al mundo de la empresa y de las instituciones, queremos romper ese tópico relativo a que la universidad se encuentra alejada de su entorno. Desde que iniciamos esta nueva etapa en el decanato nos hemos reunido con numerosas empresas e instituciones para dar a conocer a nuestra facultad, sus titulaciones y ofrecer todo lo que nuestro centro, a través de sus alumnos, profesorado y equipo decanal, puede aportar a su entorno. Estaremos encantados de poder ser útiles a la sociedad.

¿Hay una brecha entre lo que se enseña en la Universidad y lo que realmente se exige en el mercado laboral? ¿Qué hay que mejorar en la Universidad?

El mundo de la universidad ha evolucionado muchísimo y, en la actualidad, ofrece una infinidad de posibilidades a los estudiantes, que van mucho más allá de las clases en el aula.

Continuamente se ofrecen actividades complementarias, desde seminarios con empresarios y profesionales, a actividades de innovación y emprendimiento en colaboración con empresas de diversa naturaleza, los programas de movilidad, prácticas curriculares y extracurriculares, cursostransversales,actividadesculturales y un largo etcétera que proporciona a los estudiantes infinidad de posibilidades que permiten completar su formación, habilidades y actitudes ante el mercado laboral. Con respecto a la brecha que alude en la pregunta, es también evidente que el entorno empresarial y profesional cambia muy rápidamente y eso nos obliga a estar en continua formación a todos y, por supuesto, los planes de estudio deben actualizarse y renovarse periódicamente. Por eso estamos en este proceso actualmente. No obstante, creo que la universidad debe dar a los estudiantes unos conocimientos amplios y generales, dentro del campo de cada titulación, que prepare al alumnado para afrontar con garantías su desarrollo profesional en esa área, pero siempre resultará imposible dar una formación altamente especializada para todo tipo de puestos de trabajo, especialmente cuando estos son muy específicos. Como decía anteriormente, el entorno actual y el desarrollo de la tecnología y la especialización harán que siempre debamos estar todos formándonos y actualizando conocimientos para adaptarnos a cada situación particular.

¿Desmotivación por parte del alumnado?

A menudo, buena parte de todas estas actividades comentadas anteriormente no son aprovechadas por los estudiantes. Unas veces por desinformación, otras por falta de interés o, simplemente, por falta de motivación. Considero que quizás esta sea una de las grandes metas a conseguir en la universidad: que seamos capaces, desde los distintos organismos de esta y por parte del profesorado, de mejorar la motivación de los alumnos para que realmente sean capaces de darse cuenta de que deben aprovechar todas estas oportunidades, que muy posiblemente marcarán las diferencias entre unos y otros estudiantes para entrar y desarrollar una carrera profesional de éxito en el mercado laboral.

Málaga se está convirtiendo en una potencia empresarial, pero sigue habiendo fuga de talentos. Hagamos autocrítica. ¿Qué estamos haciendo mal?

Pienso que, en este sentido, esa autocrítica debe estar muy repartida entre los distintos agentes económicos e institucionales. En primer lugar, creo que la mayoría de las propias empresas no son conscientes de que el principal input de cualquier sector es su personal y se debe apostar decididamente por los recursos humanos, no solo desde el punto de vista económico, que, por supuesto, es un pilar fundamental porque debemos ser conscientes de que hay que invertir en el talento, sino que también un pilar muy importante es ofrecer posibilidades de desarrollo profesional dentro de las empresas e instituciones. Son pocas las empresas que realmente apuestan e invierten en el talento joven, al menos con unas condiciones laborales que permita a estos poder mantenerse económicamente en nuestro entorno.Institucionalmente también se debe trabajar mucho en este sentido. Se debe potenciar y fomentar, a través de diversos estímulos e instrumentos políticos, que las empresas den oportunidades a los jóvenes talentos y se potencie su valor y continuidad en las mismas.

¿Qué consejo daría a sus alumnos?

El consejo que siempre les doy, desde el primer día que entran a nuestra facultad, es que aprovechen al máximo todas esas actividades y posibilidades que la universidad les ofrece continuamente. No es suficiente con ir aprobando y superando todas las asignaturas oficiales del plan de estudios. La diferencia fundamental cuando salgan al mercado laboral estará en toda esa experiencia, conocimiento, habilidades e incluso relaciones que hayan podido ir adquiriendo su carrera.

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