La nueva Instrucción de la DGT mejora la eficiencia en la gestión de las sanciones y respalda al antiguo titular del vehículo en caso de infracción cometida por el nuevo propietario
Las sanciones impuestas por infracciones de tráfico suelen ser bastante sencillas: el radar de tráfico detecta una infracción, identifica la matrícula y sanciona al titular del vehículo. Pero, ¿qué ocurre en los casos en los que el vehículo ha cambiado de dueño? Si el nuevo propietario aún no consta en el Registro de Tráfico, la sanción recaería sobre el antiguo titular.
Gracias a la nueva Instrucción 17/ S- emitida por la Dirección General de Tráfico, el organismo reconoce el justificante profesional de solicitud de cambio de titularidad como un documento válido en la tramitación de expedientes sancionadores; mientras se culmina el cambio de titular definitivo de un vehículo traspasado —entre particulares o profesionales—.
Esta nueva Instrucción mejora la eficiencia en la gestión de las sanciones sobre todo cuando son aplicadas por medios automatizados en los que se pueden producir confusiones o errores.
El justificante profesional es un documento que emiten los Gestores Administrativos cuando se realiza una transferencia de vehículo, con el objetivo de que el comprador pueda utilizarlo cuando aún no está tramitado en el Registro. Esta nueva consideración de Tráfico supone una garantía jurídica para los ciudadanos, puesto que hay ocasiones en las que no intervienen agentes de la autoridad en la imposición de sanciones y, por tanto, los medios automatizados sólo comprueban el registro para denunciar al titular del vehículo.
De esta forma, se facilita a la Administración la identificación del conductor en este tipo de casos; tarea nada fácil en ocasiones ya que, según informa la DGT, cada año se producen en España 3,5 millones de cambios de titularidad de vehículos.
