Martes, 4 de diciembre de 2012. El Consejo General de Gestores Administrativos de España ofrece una serie de recomendaciones para planear bien las actuaciones que se realicen hasta fin de este año, de modo que la declaración de la renta de 2012, que hay que formalizar antes del 30 de junio de 2013, sea lo más favorable posible.
Todavía existen una serie de deducciones que se mantienen en el IRPF y que pueden paliar la subida de los tipos y abaratar la factura fiscal del año 2012. Así, se mantiene la deducción por inversión en vivienda habitual para las adquiridas antes del 31 de diciembre de 2012. Para el ejercicio 2013 se elimina esta deducción, pero solo para las viviendas nuevas, ya que las antiguas podrán seguir desgravando y la base se incrementa de 9.015 a 9.040 euros. La compensación fiscal que tenían las viviendas compradas antes de 1996 se ha eliminado.
También es la última vez que se pueden deducir las obras de rehabilitación de una vivienda, un 20 por ciento de los importes satisfechos, sobre una base máxima anual de 6.750 euros y con el tope de 20.000 euros por vivienda. Asimismo, se establece una exención del 50 por ciento de la ganancia patrimonial que podría derivarse de la venta de inmuebles, eso sí, siempre que el bien se haya adquirido entre el 12 de mayo y el 31 de diciembre de 2012.
La subida de la tarifa a la que se tributa por rendimientos del trabajo y por actividades económicas en 2012, hace que salga rentable realizar aportaciones a planes de pensiones, porque el ahorro en el Impuesto puede oscilar entre un 24,75 y un 56 por ciento de lo aportado. Eso sí, habrá que tener en cuenta la Comunidad en dónde se resida.
Ámbito laboral
Los empresarios pueden acogerse a la prórroga de la reducción del 20 por ciento del rendimiento neto por mantenimiento de plantilla para los años 2012 y 2013, como la deducción por gastos de adaptación de los empleados a las nuevas tecnologías, que es del 50 por ciento. Se mantiene la libertad de amortización, sin necesidad de crear empleo, solo mantenimiento, para los activos nuevos adquiridos entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2012. Los bienes comprados con posterioridad no pueden gozar de esa libertad de amortización.
La empresa, también puede beneficiarse de la deducción de 3.000 euros para la primera contratación que haga con el nuevo tipo de contrato indefinido de apoyo a los emprendedores. Además, si el trabajador está desempleado y cobra la prestación por desempleo, la sociedad podrá deducir fiscalmente el 50 por ciento de la prestación que el trabajador tenga pendiente de cobrar en el momento de la firma del contrato. Esta deducción tendrá un límite de doce mensualidades y, además, el trabajador deberá haber percibido la prestación durante, al menos, tres meses antes de la contratación.
Planes de retribución flexible
Un tema interesante es la apuesta por los planes de retribución flexible, aunque es tarde para que entren en 2012. No obstante, se puede planificar para 2013 y consiste en la conversión de parte del salario que disfrute el empleado en retribuciones en especie, como pueden ser el alquiler de vivienda, teléfono móvil, vehículo, ordenadores, conexiones a Internet, guardería, seguro médico etc., lo que permite computar una menor base imponible en el IRPF del trabajador por la diferencia entre la valoración real y fiscal de estas retribuciones en especie, lo cual en muchos casos puede ser una cantidad considerable.
En el supuesto de que haya aflorado bienes o derechos en la Declaración Tributaria Especial antes del 30 de noviembre, es importante recordar que en el IRPF de 2012 deberá incluir las rentas producidas por ellos y declararlos en el Impuesto sobre el Patrimonio.