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Nacida en Córdoba en 1966, Rocío Blanco se incorporó al Gobierno andaluz en 2019 como consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, continuando en la siguiente legislatura como consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo. Licenciada en Derecho en la Universidad de su ciudad natal, en 1993 entró en el Cuerpo Superior de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social. En 1997 fue nombrada directora provincial del Instituto Social de la Marina en Málaga. En 2012 asumió la dirección en la capital malagueña de la Tesorería General de la Seguridad Social con el fin de gestionar, entre otros retos, el proceso de regularización de empleadas del hogar, así como en un nuevo sistema de recaudación, pasando de un modelo de autoliquidación a otro de facturación. Tres años más tarde se le entregó la Cruz al Mérito Policial por la labor realizada en la lucha contra el fraude.
Está casada y tiene tres hijos.
Una vez superada la postpandemia, con niveles de PIB similares a 2019, y de empleo incluso mejores, acercándonos a niveles anteriores a la crisis financiera de hace 25 años, se nos presenta ahora el reto de la desaceleración que está atravesando la Zona Euro, que evitó casi “in extremis” la recesión técnica en 2023 y logró cerrar el año con un crecimiento de solo una décima.
En España, también se ha confirmado cierta desaceleración, con un crecimiento del 2,5%, el mismo que ha experimentado Andalucía.
Por lo tanto, el objetivo ahora sería revertir esta tendencia a la baja, a la que nos está lastrando la sequía, que nos está recortando dos puntos de crecimiento, y aprovechar oportunidades como las que se presentan en Málaga, con la sucesiva expansión de una auténtica revolución tecnológica, el crecimiento sostenido que mantiene el turismo, o grandes oportunidades que nos generan la transición energética como el hidrógeno verde. Y por descontado, seguir siendo un polo atractor de inversiones gracias a las óptimas condiciones que estamos generando para el capital foráneo, y aunque aún nos queda, esperamos continuar con esta línea: desde 2022 venimos alcanzando récords de inversión productiva extranjera, de exportación, en creación de empresas, en número de autónomos, con un índice de competitividad regional que mejora en relación con la media de Europa, al igual que en capacidad tecnológica…
Desde la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, dentro de las competencias que manejamos, la formación, con un aumento de casi un 20% en el presupuesto; los nuevos incentivos a la contratación y a la competitividad empresarial, con más de 335,3 millones de euros; y el Modelo de Gestión Integral, que está enfocado en mejorar la efectividad de la atención que presta el SAE a demandantes y empleadores, van a ser nuestras puntas de lanza, por no extenderme demasiado.
En Málaga en concreto, el apoyo a los autónomos, colectivo que lidera a nivel de Andalucía, así como la formación específica para las nuevas oportunidades del sector tecnológico, también marcarán este 2024. En definitiva, aunque nos queda mucho por hacer, creo que nuestra Comunidad lleva el rumbo correcto para resistir mejor los envites actuales y señalar hacia un futuro esperanzador.
Lo hago desde el reconocimiento a los protagonistas reales de ese liderazgo, que son los emprendedores, en este caso, los autónomos, personas valientes que han dado el paso, nada fácil, de iniciar su propio camino empresarial. Y al mismo tiempo, son empleadores, generadores de riqueza y un ejemplo a seguir.
El año 2023 ha supuesto consolidar ese liderazgo, y ya contamos con 8.400 autónomos más que el año pasado. Mirando cinco años atrás, el RETA ha ganado 45.317 nuevos afiliados en Andalucía, lo que supone el 36% de los nuevos autónomos de España, más de uno de cada tres, y con una tasa de crecimiento andaluz de un 8,58% que triplica a la española, que fue del 2,7%.
Pero al margen de ese liderazgo cuantitativo, hay un liderazgo cualitativo, porque somos la comunidad autónoma con la edad media más baja de los autónomos, con un 28,5% que tienen menos de 39 años; y somos también la comunidad autónoma con mayor porcentaje de autónomos que tienen trabajadores por cuenta ajena, con cifras que ATA calcula en un 35% del total.
Con respecto a Málaga, los datos son abrumadores. Lidera el número de autónomos en Andalucía, aportando el 22,7%, casi uno de cada cuatro, pero a nivel nacional fue la provincia que más creció porcentualmente en el último año, con un 3,35%, y cuantitativamente, sus 4.304 nuevos autónomos solo fueron superados por Madrid, con 5.130 más, que en términos relativos solo representó un 1,24% más. Son cifras para que los malagueños puedan sentirse muy orgullosos.
Cualquier persona que piense en emprender necesita una serie de condicionantes que le ayuden a modelar su idea de negocio. Según nuestros datos, a los autónomos les preocupa el acceso a la financiación, la excesiva carga administrativa, la conciliación y la falta de formación. En todas estas áreas estamos trabajando con el colectivo para que sientan que la Administración es facilitadora, que es una aliada y que, lejos de entorpecer, ayuda. Aquí, un autónomo que empieza puede acceder como mínimo a 4.800 euros para sostener su primera aventura emprendedora, con ayudas como la “cuota cero”, que le suponen alrededor de 1.000 euros para compensar la tarifa plana estatal que han abonado durante un año, y los incentivos al inicio de actividad, que recogen una horquilla entre 3.800 y 5.500 euros según el colectivo al que pertenezca el nuevo autónomo.
Desde el 2019, Andalucía ha creado un entorno favorable a su desarrollo, con bajada de impuestos, eliminación progresiva de trabas burocráticas y líneas de ayudas automatizadas, especialmente diseñadas para ellos, que responden a sus demandas y que se tramitan de forma ágil, que llegan cuando realmente las necesitan. Seguridad jurídica, transparencia, certeza económica… propician, en definitiva, que los autónomos y los inversores, en general, apuesten por nuestra tierra.
Habéis sido, y sois, colaboradores muy valiosos tanto durante la pandemia, cuando tuvimos que inyectar un gran volumen de ayudas, como en el último año, con programas emblemáticos en los que los gestores administrativos se convierten en nuestros mejores aliados a la hora de llegar a las pymes y autónomos. Piense que solo en el último año, la Consejería de Empleo ha puesto a disposición del tejido productivo más de 1.600 millones de euros para poner en marcha 29 actuaciones distintas de apoyo al empleo, al tejido productivo y a los trabajadores. Y sin la colaboración de organizaciones y colegios profesionales que están en contacto directo con pymes y autónomos, hubiese sido imposible.
Me gustaría subrayar la cooperación y la proactividad que habéis tenido los gestores administrativos de Málaga en dos líneas de ayudas que eran complicadas por algunos de sus requisitos que nos venían marcados desde Madrid o desde Bruselas, como son las ayudas a la solvencia empresarial y las últimas ayudas por el sobrecoste energético. Vuestra contribución ha sido esencial tanto en la difusión de ambas medidas, como altavoces al colectivo, así como en la gestión, y quiero reconocerlo y ponerlo en valor. Solo en las ayudas por sobrecoste energético, hemos llegado a gestionar en Málaga 5.372 solicitudes por 35,5 millones de euros, y no podríamos haberlo hecho sin vuestra ayuda, y la de otros profesionales y organizaciones empresariales.
Tenemos programas muy importantes que se van a poner en marcha este año y vamos a tener oportunidad de profundizar en esa colaboración que tan buenos resultados nos está dando.
Solo por mencionar alguno y no ser demasiado exhaustiva, tenemos previsto aprobar un amplio bloque de incentivos a la contratación estable, con 145 millones, en el que las pymes y los autónomos van a tener mucho protagonismo, ya que apoyaremos su primer contrato indefinido tanto en el colectivo de menores de 30 años como en el de personas vulnerables, línea que será retroactiva desde marzo de este ejercicio.
Además de la cuota cero, a la que ya pueden acogerse los autónomos que se hayan dado de alta en 2023 y hayan alcanzado su primer año de actividad acogidos a la Tarifa Plana Estatal, y las ayudas al inicio de actividad, que son compatibles con la anterior ayuda, que como ya acabo de exponer, suponen incentivos de entre 3.800 y 5.500 euros disponibles, con una convocatoria abierta hasta septiembre de 2024, estamos haciendo un esfuerzo importante en el área formativa para poder dar respuesta a las necesidades que la provincia está presentando en torno a la demanda de perfiles profesionales, especialmente en el sector tecnológico.
Ejemplo de ello es el proyecto formativo singular ligado a las nuevas tecnologías que ya se ha iniciado en colaboración con el Málaga TechPark, en el que estamos colaborando con profesionales de reconocido prestigio de grandes empresas como Accenture, Google, Dekra o Indra, y se centra en Inteligencia Artificial, computación en la nube y ciberseguridad.
Aunque también queremos dar respuesta a sectores “tradicionales” que están adaptándose al cambio vertiginoso al que nos obliga la digitalización o las nuevas necesidades que marca la demanda en el siglo XXI, como una actuación formativa en torno al que vamos a denominar Plan de Excelencia de las Profesiones Turísticas.
Entiendo la política como un servicio público. Estamos para atender al ciudadano, para escucharle, para ayudar y no entorpecer, y desde el inicio, ese ha sido mi referencia y mi motivación, no sólo la mía, sino la de todo el equipo de la Consejería. El empleo lo crea un tejido empresarial fuerte y cohesionado, pero eso debe ir siempre acompañado con el apoyo de una Administración enormemente incentivadora al tener la capacidad de ayudar a mejorar nuestra Comunidad con implicación y con rigor, empleando bien el dinero público.
En cuanto a la aportación a la Comunidad y a la provincia de Málaga, y aunque, como a los hijos, yo quiero a las ocho provincias por igual y tenemos que ver las necesidades y particularidades de cada una, mi cariño por Málaga es especial. Aquí he desarrollado gran parte de mi carrera profesional, me he formado y aprendido.
La mayor aportación que cualquier persona puede hacer a su Comunidad es un trabajo honrado y constante por contribuir a su desarrollo, con el poco o mucho talento que tengas. Tengo el enorme privilegio de trabajar para Andalucía y para Málaga, con la capacidad de poder ayudar a mejorar la vida de las personas. Es un verdadero regalo que me ha dado esta etapa de mi vida, y estoy muy agradecida por ello.
El liderazgo malagueño es un puntal para la creación de empleo y riqueza, y es que cualquier análisis sobre la realidad regional ha de tener en cuenta lo que supone Málaga para nuestra Comunidad.
Gracias por lo de “querida y reputada”, yo siempre veo todo lo que me queda por hacer e intento estar a la altura de lo que creo que se merecen los andaluces. Siempre tengo presente que mis “empleadores” son los ciudadanos, por lo tanto, a ellos nos debemos. Como he dicho, estamos (los políticos) para servir a la sociedad, que ha depositado su confianza en nosotros y ese es el mayor vínculo y honor que puede existir cuando uno ama a su tierra. Estamos para remover obstáculos, no para crearlos.
Mi guía es siempre ese compromiso. Pero detrás de esa responsabilidad, hay un trabajo constante y no solo mío, sino -insisto – de toda una Consejería, con un equipo de personas excepcional, con una implicación enorme y con la sola motivación de mejorar nuestra tierra. Cada toma de decisiones lleva detrás muchas horas de un análisis exhaustivo de cada problemática, siempre con el foco puesto en aquellos a quienes nos debemos.
La provincia de Málaga va a contracorriente en el entorno nacional de estancamiento que se está produciendo, y eso es debido a su empuje y su talento. Y esa inercia no la podemos perder. Según el IECA, sólo en el año pasado se constituyeron en la provincia de Málaga 7.105 nuevas sociedades mercantiles, lo que supone un 11,5% más que en 2022, y ya he comentado el liderazgo nacional que tiene en cuanto a la incorporación de nuevos autónomos… Por eso, creo que Málaga tiene presente, futuro, potencial y oportunidades.